NOSOTRAS

HERMANAS
DE TIERRA

Ellas son las protagonistas.

Lucía López Marco y María Sánchez lo expresan a la perfección en ese Manifiesto del 2022 por las Mujeres Rurales

"En estos tiempos en los que la incertidumbre nos atraviesa, es importante saber de dónde venimos para pensar e imaginar veredas que nos lleven a un futuro mejor; caminos que puedan enseñarnos, desde otros aprendizajes, hacia dónde podemos y queremos ir

Y es que hay mujeres que lo tienen claro no, clarinete.

Lo tienen tan cristalino que lo ponen en práctica día y noche, apostando por la defensa y el sostenimiento de la vida.

Y de ahí que Hacia lo Salvaje te invite a conocer a estas sabias de tierra, que te tienda un puente entre la cárcel de asfalto, contaminación y quejas, hacia esos pueblos fuente de vida.

Y por eso lo del diálogo. 

El ingrediente principal de estos viajes.

Porque en estos círculos de mujeres que vamos a crear alrededor del fuego, no sólo vamos a hacer frente a mucho de lo que llevamos dentro, sino  que también vamos a empatizar con nuestras hermanas.

Vamos a dejarnos nutrir por su sabiduría, a inspirarnos, para encontrar modelos y formas de vivir coherentes con lo que somos y con cómo queremos vivir.

Porque sí es posible, que no te cuenten milongas.

Pero para eso hay que dejar de lado el silencio y la falta de compromiso, hay que involucrarse y avivar ese fuego que nos mantiene vivas y también, no menos importante, unidas.

no estoy sola

Y todo esto para decirte que aquí la que firma que no estoy sola, que ni quiero, ni puedo, ni tendría sentido.

Aquí la menda es la que se encarga de que el diseño de estos viajes Hacia lo Salvaje tenga los valores y una filosofía acorde con una perspectiva ecofemenista. La que sirve de enlace con las iniciativas, proyectos y mujeres inspiradoras que se van a visitar. La que se asegura de que las viajeras tengan billetes, seguros, y todas esas cosicas atadas y organizadicas como es debido y la que los hace llegar al público, la que los cuenta, los comunica.

Pero lo importante por tanto aquí es que sepas que las personas que conocen el territorio como la palma de su mano han participado desde el principio en todo el proceso y estarán a lado del grupo cuando se arranque la aventura.

 

En nuestra Newsletter Hermanas de Tierra las puedes conocer en profunidad

Y en los podcast escucharlas:

en peligro de extinción

Y tú tampoco estás sola.

Aquí encontrarás otras compañeras.

Almas aventureras, inquietas, curiosas, mujeres a las que nos gusta probar cosas nuevas, experimentar, pero no lo hacemos tanto como nos gustaría.

¿Y sabes por qué?

Porque no alimentamos ese fuego, no dejamos que nuestra mujer salvaje corra en libertad, no dejamos que nuestro instinto se expanda.

Por eso Hacia lo Salvaje te ayuda a recuperar eso que está tan dentro, olvidado, dormido, para sacarlo fuera.

Porque lo salvaje nada tiene que ver con la falta de control, sino con la conexión más pura, real y auténtica con nuestra naturaleza.

¿Y qué pasa cuando no hay esa conexión?

Algunas mujeres lo definen así:

– Sin ganas de nada, apática, sin inspiración, sin creatividad.

– Como con una falta de espiritualidad o sensibilidad, irascible, cabreada con el mundo.

– Incapaz de seguir adelante, insegura, atascada, bloqueada.

– Sin capacidad para poner límites.

– Con miedo a lanzarme a la aventura. 

“Se quedan mudas, cuando están ardiendo, se agarran cuando deberían soltar”

Así lo explica Clarissa Pinkola Estés en el libro Mujeres que Corren con Lobos.

Y ni que decir tiene que estamos hablando dentro de unos límites, para asuntos más serios hay que acudir a profesionales de la piscología, terapia o lo que cada una considere, un viajecico no hace milagros.

Aclarado esto, también es importante que sepas que este arquetipo de la mujer salvaje funciona para todas, da igual la cultura, la edad o la política, por eso ha ayudado a mujeres de todo el mundo.

Y por eso también las 5 preguntas que recibirás, si te apuntas a la newsletter, están inspiradas en este arquetipo.

Y una cosica muy importante que debes saber

Mi gran dilema y lo que casi me lleva a descartar montar estos viajes fue la rabia de sentirme incoherente.

Me resultaba imposible estar hablando del cuidado y respeto a la Naturaleza y pillar un avión a la otra parte del mundo.

Pero pienso en nuestras abuelas y como ellas salían a la fresca a hablar, a conversar. Pienso en cuando fui a Senegal y en esos círculos de mujeres compartiendo su día, sus preocupaciones… Y pienso en Ekeney llamándome dada, en suajili, hermana. 

Mira, las primeras víctimas de cualquier crisis somos las mujeres. Aquí y en la Conchinchina. Eso es así.

Lo que me lleva a preguntarme ¿cómo vamos a dar respuesta a todo lo que nos pasa en un planeta que compartimos si no nos juntamos?

No me entra en la cabeza un proceso que no pase primero por conocernos, reconocernos, reflexionar, dialogar y co-crear.

Y para eso hace falta todos los sentidos, necesitamos vernos, tocarnos, abrazarnos, olernos…

Juntarnos.